2021: el avance indiscutible de la democracia electrónica

Escrito por Tomás Barros, Gerente General de EVoting / 30 de Diciembre del 2021

Cerca de un centenar de elecciones directas, nacionales o regionales, se celebraron en el mundo en 2021, a pesar de la pandemia global. Esto habla no solo de la vigencia, sino incluso de la obstinación de un sistema de organización de las sociedades, que lleva más de 2.500 años de funcionamiento: la democracia.

En las últimas décadas, producto de las demandas de ciudadanos de todas las latitudes por mayor injerencia en las decisiones que concierne su vida, la democracia directa ha cobrado cada vez mayor preponderancia. ¿De qué se trata la democracia directa? A diferencia de la democracia indirecta o representativa, donde las y los ciudadanos eligen representantes que toman decisiones por ellos, en la democracia directa, las definiciones colectivas se adoptan mediante la participación de cada persona. Ello, si bien tiene ventajas, también encierra complejidades porque requiere de una infraestructura que permita la participación permanente de millones, de manera segura, transparente y eficiente.

En ese contexto, el sufragio electrónico ha cobrado vigencia como una alternativa viable, que responde al avance de la tecnología, pero también de la política.

En EVoting, que nos hemos dedicado durante 8 años a la democracia directa, las cifras de 2021 se revelan totalmente coherentes con este avance: tanto nuestras votaciones como los votos recibidos, registraron un considerable crecimiento.

Los procesos –votaciones y asambleas–, que en 2020 alcanzaron un total de 634, en 2021 aumentaron a 904, registrando un 43% de aumento. En tanto, el número de votos –es decir, la cantidad de personas que votaron en nuestras plataformas– mostró un alza sin parangón: si el 2020 recibimos un total de 208.250 votos, el 2021 esta cifra alcanzó los 402.416, lo que significa un alza de un 93%.

Los beneficios de la democracia electrónica son hoy conocidos por millones de personas que la han ejercido: fácil acceso y organización, costos significativamente menores y resultados transparentes e inmediatos. Pero por sobre todo, los votantes destacan que esta modalidad les permite opinar y decidir sobre temas y espacios propios, sin intermediarios, resguardando los requisitos básicos de cualquier sistema electoral democrático, como son el secreto del voto, la transparencia y la eficiencia. La democracia electrónica permite abrir espacios nuevos, en temas que hoy no están al alcance de la discusión ciudadana. Estamos convencidos de que el 2022 este proceso de mayor participación mostrará nuevos avances. En EVoting, seguiremos comprometidos con el perfeccionamiento, y profundización de nuestras democracias.