“Las mesas administradas electrónicamente, en las elecciones municipales de Sevilla”. Un mecanismo altamente perfectible

En Sevilla, el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) protagonizaron una nueva elección municipal. Sin embargo, aun cuando todo parecía marchar en orden, un problema con el sistema de voto electrónico retrasó el escrutinio final y dejó una diferencia de apenas 2.500 votos entre ambas fuerzas.

En Sevilla, el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) protagonizaron una nueva elección municipal. Sin embargo, aun cuando todo parecía marchar en orden, un problema con el sistema de voto electrónico retrasó el escrutinio final y dejó una diferencia de apenas 2.500 votos entre ambas fuerzas.

El proceso vivido en España sufrió serias complicaciones, que obligaron a volver a escrutar todos los sobres de las 908 mesas dispuestas. El problema es que las mesas electrónicas provocaron 44 discrepancias. Y eso porque, con el sistema tradicional de recuento manual, cualquier error podía ser rectificado en el mismo momento. Sin embargo la informática no lo permitía y hubo que hacerlo de nuevo. El programa piloto de Mesas Administradas Electrónicamente (MAE) se implantó en todo el país, y consistió en poner a disposición de la mesa electoral herramientas informáticas, como un ordenador portátil con lector electrónico de huellas digitales y una impresora. El sistema permite la automatización de las tareas que deben realizar los miembros de las mesas electorales durante la jornada de votación, según informaba en su presentación la Delegación del Gobierno.

Si bien, el inconveniente fue calificado como un “simple bloqueo” por parte del juez que defendía el sistema, lo cierto es que una falla a gran escala puede conllevar serios efectos sobre la democracia.

A diferencia de E-Voting, Indra, la empresa que implementó el sistema Sevilla, no se especializa en elecciones, y el sistema ofrecido, además de las falencias presentadas, no permite aumentar la participación puesto que no genera ningún cambio desde el punto de vista del votante, el que debe desplazarse a los locales de votación para sufragar presencialmente.

De todas formas, la incorporación de tecnología en los procesos electorales siempre es una buena señal que da cuenta de la necesidad de innovar para lograr mayor partipación y legitimidad en las distintas instancias democráticas.

Fuentes:
ElCorreo – http://goo.gl/858nMB – 25/5/2015
DiarioDeSevilla – http://goo.gl/WpXL8Z – 27/5/2015
Sevilla.abc – http://goo.gl/skWMM2 – 1/6/2015